Algo difícil de encontrar (en una calle sin salida del centro histórico de Andorra) se encuentra este pequeño, moderno, totalmente desenfadado, original, coqueto y con mucho encanto restaurante de tapas, pinchos y pequeñas raciones, servido todo ello con una atención exquisita de la dueña, que nos aconsejaba, nos explicaba detalladamente los platos y nos regalaba una agradable conversación. Una cocina moderna y de gran calidad para, en este caso, cuatro personas:

- Chips de alcachofas: crujientes, muy ricas.
- Steak tartar: bueno.
- Menestra de verduras: muy agradable.
- Costillas de cerdo: tiernas, exquisitas.
- Verduras en tempura y Bacalao en tempura: buenísimo el bacalao.
- Pan de cristal con tomate
- Tartaleta de chocolate caliente y helado de vainilla.

Incluyendo 4 cañas, botella de vino y 3 cafés: 114 €

PD.: Sentimos la mala calidad de las fotos en esta ocasión, pero a nuestra cámara le llegó su fin.