Con tantos comentarios (ayudados por la oferta a Verema) no pudimos evitarlo y fuimos a probarlo. Local agradable y moderno, bastante amplio, aunque las mesas y las luces no parece que estén preparadas para una cena en pareja, sino más para ir con más gente y a disfrutar de otra manera.
El servicio atento, aunque quizá demasiado rápido en el servicio de los platos (basta decir que pedimos el menú y mientras decidíamos el vino un aperitivo (martini) y llegó el primer plato incluso antes que el martini.
Buen servicio del vino en copas Schott (muy altas por cierto) con referencias en la carta interesantes, sobre todo en vinos gallegos, y a buen precio (que aún mejora con el descuento de 6€). Nos decantamos por un Noa a poco más de 30€.
Nos decantamos con el menú Rías Gallegas, en el que destacó el crujiente de vieira y cococha muy bueno y con una presentación muy agradable. La crema de boletus muy sabrosa y perfecta ejecución en el rape que me pedí con foie. Buena presentación, muy agradable a la vista y no se escatimó en cantidad.
El postre, un cremoso de chocolate con sal y aceite, muy sabroso, que se puede acompañar con vinos dulces por copas (en mi caso un Tostado de Costeira).
En definitiva cocina agradable a los sentidos y una RCP muy buena, con buena atención del servicio y una extraordinaria calidad en la materia prima.