Gastropack

Restaurante del parador y por tanto con las características propias de la empresa con muy buen servicio en sala, con cocina poco imaginativa y a lo seguro con algo de toques regionales.
Menú de media pensión que te deja fuera algunas sugerencias de la carta (o pago de suplemento) pero que en general, no es muy diferente. Comedor amplio, buena separación de mesas, bien vestidas, copas, cubiertos.. los propios de la empresa nacional. Carta de vinos elevada de precio y pocas opciones y menos imaginativas o actuales salvo alguna cosa regional. Pudimos cenar en la terraza exterior bajo pórtico y con la fuente delante. Muy buen entorno.

Cena para dos: de entrada un aperitivo por cortesía. con una degustación de una crema de lentejas buena para tomarte un plato entero y una mousse de queso muy prescindible. Un buen pan y un mejor aceite Lectus con buenos amargos finales.

De primero, con varias opciones a elegir, optamos por unos Entretenimientos del Parador, que resultó ser una serie de miniplatitos para degustar diferentes cosas siendo la más destacable una migas y un bacalao con all i oli suave. También queso de cabra curado, pimiento de piquillo relleno, croquetas caseras, tosta con tomate y sardina y alguno más que no recuerdo y todo en miniraciones. Aconsejable para transformar un primero en aperitivos.
La otra opción fueron unos espárragos verdes en amplia cantidad con aceite, tomate y queso fundido con pimenton de la Vera,

Para segundos elegimos una ternera tinta que estaba tierna como el solomillo pero con sabor como una buena ternera, hecha al gusto (muy poco) bien acompañada de patatas y medio pimiento rojo y medio verde.
El otro segundo fue un guiso de sepia con arroz blanco en forma de montaña decorativa al centro; muy normal y un poco triste de presentación y planteamiento.

De postres un biscuit helado casero de higos bañado con chocolate caliente: excelente, hacía tiempo que no comía uno igual. Se enfrentó a una buena macedonia de fruta natural incluyendo grosellas y arándanos naturales (es la época).
No hubo cafés ni extras.

Para beber una botella de Altara 2012 blanco, de solo 12º y de uva montúa propia de la DO Extremadura; servido en mesa, dado a catar y puesto en cubitera con servicio esporádico. Agua Monte Pinos grande.

Un sitio muy agradable con un precio desglosado (el que figura en la carta) de un paquete de oferta (gastropack) de alojamiento y media pensión x 2 personas en 134.40€. Un buen punto para visitar el monasterio de Yuste o/y seguir camino a Lisboa