Buena venta de carretera

Llegamos al lugar donde íbamos a pasar nuestras vacaciones de Semana Santa pasadas las cuatro de la tarde; nos alojamos rápidamente en la casa rural y salimos a toda prisa para encontrar un lugar donde comer. Resignados a “morir” en Ávila ciudad a estas horas, nos encontramos de camino a allí esta venta cuyo parking estaba abarrotado, indició éste de que allí se come bien. En la terraza exterior, aprovechando el día extraordinario de sol y buen tiempo que hacía, un montón de gente se sentaba a tomar cafés y combinados. Entramos y preguntamos si nos podían servir algo para comer. Nos dijeron que sí, pero que sólo podían ofrecernos jamón, queso, lomo, chuletón, solomillos… Nosotros felices. Buscando después reseñas de este lugar en la red, leo que es muy conocido en la zona por la calidad de su tortilla de patatas y que la gente llega allí adrede para tomarla. Supongo que a ello se refería el encargado cuando nos dijo “solo podéis pedir…”.

Los salones interiores ya estaban bastante vacíos a esta hora pero habían muestras evidentes que aquel día allí había habido trabajo de caliente: todas las mesas habían sido ocupadas (y no eran pocas). Nos acomodaron y pedimos rápidamente una ración de jamón, otra de queso, una de lomo (dados fritos similar al lomo de orza pero servido caliente) y dos chuletones trinchados (éramos cinco comensales). Las cosas salieron bastante rápidas y muy ricas todas. Todo el producto era de bastante calidad y el punto y sabor de lomo y chuletones excelente.

Tomamos unas cervezas para matar la sed al principio. La carta de vinos es escueta y decir clásica se queda corto. Muy, pero que muy clásica. Tomamos dos botellas de Yllera Crianza como opción más recomendable.

Acabamos la comida como el resto de comensales: tomado café y unos perfectos GT de Martin Millers con fever tree en la terraza. Muy agradecidos todos, sobre todo por habernos acogido agradablemente y habernos dado muy bien de comer pasadas las 5 de la tarde.