Parece que me cuesta tener mal concepto de los sitios, o que realmente al

Parece que me cuesta tener mal concepto de los sitios, o que realmente al haber leído previamente los comentarios iba con cierta desconfianza del sitio en cuestión, pues eran bastante malos.
El entorno lo encontré muy acogedor, luces indirectas y tenues,la separación entre las mesas escasa eso si, pero tuve suerte de ir en un laborable en el que no estaba lleno.
La carta de vinos era muy clásica pero buena RCP. Azpilicueta Crianza 12€.La temperatura del vino buena y las copas también correctas, incluso bonitas en concordancia con la vajilla y cubertería para un establecimiento de esta línea asiática que tan de moda se está imponiendo en la ciudad.(es mejor que un chino, pero no llega al nivel de Tastem, Colonial o Zen).
La cocina flojea en general.Los rollitos vietnamitas poco crujientes y relleno demasiado prensado. Excelente la tempura Variada y muy buena presentación.El Maki bueno.....pero el pato lakeado....solo valía la pena el cocinado con verduras(ultima fase). No estaba mal, pero las comparaciones son odiosas, el crepe no estaba acertado, ni es relleno de piel de pato crujiente, ni la sopa era sopa..aguita.
Es cierto que no hablan mucho nuestro idioma, pedí un vodka frío y me trajeron un licor de flores, jajjaa...pero me lo bebí tan a gustito. El personal se le ve profesional y atento, pendiente del detalle.