Mucho tiempo ha pasado desde nuestra última visita, pero nada prácticamente cambiado. Bueno esto no es del todo cierto, se han adaptado a la situación y los precios están acorde con el momento que vivimos pero sin que por ello se note en la calidad de las carnes sobre todo y más que nada porque es conocido precisamente por eso. Digamos que fue uno de los pioneros en la isla en cuanto a Grill se refiere. El local es amplio y la decoración bastante correcta excepto la zona de la barra que se usa para el servicio casi exclusivamente. Nos ofrecieron una amplia selección de carnes al final nos dejamos un poco recomendar, de primero media ración de Ropa Vieja tan rica como la recordaba por eso la pedimos precisamente, los garbanzos se fundían en la boca una delicia por 3€. De segundo la señora eligió Entrecot de Angus 18€ y para mi Chuletón de Ávila 20€ las carnes poco hechas y como la mantequilla de tierna acompañadas por papas fritas y pimiento asado. La mujer si pudo acabar su plato, pero yo me las vi así que opte por pedir unas papas fritas suplementarias para poder acabar con semejante cantidad de carne. Pedí media botella de tinto Comenge 50cl 2007 a 15€ le fue bastante bien a la carne, también es verdad que no había muchas opciones en medias botellas cinco exactamente y dado que Emilio Moro era una que estaban agotadas pues elegí este Ribera del Duero. Una botella de litro de agua Cabreiroá 2.50€, una cola 2€. El pan no lo cobraron? no había opción de tomar postre imposible, un café descafeinado 1€ y la copa de Jägermeister cortesía de la casa. Pasan los años pero la calidad sigue siendo norma en esta casa para la que no pasa el tiempo, esperemos no tardar otro siglo antes de volver.