Merece la pena una ficha sobre el restaurante del hotel en el que me hospedo durante esta semana. Sencillo y agradable, tanto por el entorno, amplio, confortable y bien iuminado, como por el servicio, joven y muy atento. Restaurante de hotel con ganas de agradrar a los huéspedes.

La carta no es precisamente larga, con contínuas referencias a la cocina turca, aunque no falta una sección de pastas.

Como detalle de la casa, uan especie de crema de queso con hierbas y un poco aceite de oliva con chile rojo troceado. La oferta de panes consiste en tres bollitos de pan diferentes.

Cena para uno solo:

- Mücver: Una especie de buñuelos, más grandes y aplastados que los que conocemos en España, hechos con calabacín y cebolla muy rallados, además de hierbas aromáticas como el eneldo. Me gustó mucho el rebozado con harina y huevo: ligero y crujiente. Muy bien.

- Kuru Patlican Dolmasi: Un "dolma" elaborado con berejenas secas y de mediano tamaño, asadas en un horno y rellenas con arroz, carne de ternera picada, cebolla y tomate muy troceados, además de alguna hierba aromática y especias. Generosa ración con dos unidades partidas por la mitad y con una salsa de tomate frito con mantequilla. Me gustó también bastante. No se me hizo muy pesado este plato.

- Core Kebap: Este plato se llama en realidad Iskander Kebap, pero este kebap está protegido por la familia del fundador, por lo que todos los restaurantes que lo elaboran sustituyen el apellido Iskander por el nombre del restaurante (también aquí hay mucha picaresca). Consiste en una base con trocitos crujientes de pan turco "pide", fritos con abundante mantequilla, sobre los que se añaden tiras de ternera ligeramente asadas en el grill y una salsa de tomate y yogurt. El resultado es una bomba gastronómica. Sabroso y rico al principio, pero al final resulta muy pesado. No estuvo a la altura de los entrantes.

- De postre, cuatro trozos de baklava rellenos de pistachos muy picaditos y con el hojaldre muy crujiente, pero demasiado empapados de un almíbar excesivamente dulzón para mi gusto.

Tienen una oferta de vinos demasiado corta y solo con vinos turcos. Copas que valían tanto para el vino como para el agua. No pude observar el servicio en ninguna mesa. En cualquier solo tomé agua de medio litro.

Precio total: 27€ (incluidas tasas y botella de agua a 2€). Tengo que decir que el precio no inluye el postre pues me invitaron.

Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con tasas y servicio incluidos y sin bebidas.

Nota 2: En una segunda noche y para el recuerdo (sino lo hago se me olvidará), probé otro clásico turco llamado Tavük Külbasti: Filetes de pollo asados al grill después de haberlos macerado con salsa de yogurt y pimientón durante unas horas. Sencilla eleboración pero riquísima.