Tras varios intentos de conseguir una reserva en Tora con mis expectativas por la nubes...y muchas ganas de vivir la experiencia de taberna "a la japonesa" tengo que decir no es para tanto ni la espera, ni lo degustado. Como amante de la cocina asiática siendo conocedora del producto y los aderezos tengo que decir que la comida estuvo solamente correcta y el local algo incómodo. Mis opciones eran en la barra 20:30 o mesa 22:30 ya que hay dos turnos y elegí la primera y aunque los taburetes son amplios, te quedas bastante alejado de la barra y cuesta comer y no mancharte. Como anécdota comentaré que no tienen donde colgar o dejar los abrigos ni nada bajo la barra o cerca, para dejar el bolso. así que si te toca barra prepara tus veinte manos para hacerlo todo al mismo tiempo.
Para beber cerveza japonesa de barril Kirin y Sake caliente, la cerveza buena, algo amarga de mas y el sake calentado al micro hasta casi hervir, tuvimos que esperar mucho mientras evaporaba para poder probarlo, gran fallo porque estaba bueno.
De comer, Gyozas de pollo, había leído aquí que eran caseras y por lo menos las mías no lo eran, estaban buenas pero no eran caseras, punto de cocción bueno ,algo dulces de más por la salsa.
Tempura variada y correcta, falla la salsa aguada que ponen, no tiene sabor.
Pedimos unos makis de atún y cebollino por probar algo de "sushi", ya que solo hay dos referencias en la carta, no tenían casi sabor y eran muy grandes para ser makis.
El Tataki de ternera, sin duda lo mejor de la noche, muy recomendable, producto de calidad y aderezos en su justa medida. Bueno.
El yakisoba es el plato que más me defraudó. Es un salteado de fideos con verduras cortadas muy grandes, gambas (congeladas), brotes y salsas en exceso, una de ellas dulce y otra blanca tipo mayonesa/ajonesa, que jamás he visto en cocina japo y que ponen en varios platos de Tora, se presenta con pescado deshidratado en escamas y sirven una buena cantidad. No lo recomiendo en absoluto y cuando se va enfriando ya es para no terminarlo.
La carta de vinos es escasa, apenas dos referencias interesantes.
No tuve ganas de probar los postres, casi todo eran helados y nada "casero" llamó mi atención.
Tenía mucha inquietud por visitar Tora y la verdad que no creo que vuelva porque calidad precio hay sitios bastante mejores.
Aunque la atención y amabilidad fue muy buena no me han aportado nada auténtico y único como para volver.