Típica taberna madrileña ubicada en el barrio de Chueca. Tienen varios locales por Madrid y alrededores.

Local haciendo esquina, con varias ventanas abiertas a la calle. Barra a la izquierda y combinación de mesas altas con taburetes y mesas normales con sillas. De los de la zona, a excepción de los locales del mercado de San Antón, es de los mas atractivos, pues es mas grande que la media y la sensación de agobio no lo es tanto, aunque estaba que no cabía ni un alfiler.

Si hay algo en Madrid es gente, mogollón de gente en los sitios turísticos, ya sean del lugar como foráneos. Al lado nuestro había una familia de italianos y vimos un par de mesas de orientales. La gente lo encuentra todo.

Nada mas entrar una chica simpatiquísima nos pregunta si íbamos a cenar, nos dice que tomemos algo en la barra que en menos de 10 minutos nos preparaba mesa. Así fue, mientras saboreábamos dos cañas bien fresquitas, nos sirvieron dos rebanadas de pan, una de lomo con cebolla y otra de un paté con huevas algo mas flojo que el primero.

Carta con mucho donde elegir, con especialidad en tortillas. Son espectaculares, de unos 20 cm. de diámetro y 4 ó 5 de altura. Las hacen con varios ingredientes aparte del huevo y las patatas. El resto de platos, pinchos y alpargatas (rosca de pan con mezcla) son generosos, hay que ir con cuidado porque si no, es imposible acabárselo todo. Esto fue lo que tomamos:

Alpargata el Bu.- Rosca de pan tostado con tomate natural, ventresca y queso fundido por encima. No tenía nada especial, pero estaba de muerte.

Tosta de setas, jamón y ... (jo, no me acuerdo).- No tan buena como la anterior, pero también rica rica.

Tortillitas de camarones.- Flojitas, aceitosas y prescindibles.

Croquetas de jamón ibérico.- Seis enorrrrmes croquetas, crujientes por fuera, con la bechamel demasiado espesa para mi gusto y con generosos trozos de jamón en su interior.

De beber tomamos cuatro copas de Matarromera crianza (3,90 €/ud) servido en copas sin marca pero que cumplen sobradamente y a correcta temperatura.

Una buena opción para tapear por el barrio junto con los restaurantes del mercado de San Antón.