Hacia mucho tiempo que no iba a este italiano y cual fue mi sorpresa al buscar en Internet para reservar que ya no es el antiguo Carpaccio, sino que en su lugar han puesto la franquicia “La mafia se sienta a la mesa”. Reservé el dia anterior para dos personas a las 13,30 y ya cuando llegamos habia algunas mesas ocupadas llenadose al final casi al 50%. El local ha sido totalmente remodelado y es amplio con una suficiente separacion de mesas. Agradable. El unico punto incomodo es que no disponen de manteles sino de unos impracticos “caminos de mesa” en material desechable que se escurren continuamente o se pegan a los codos o brazos poniendo en serio peligro la integridad de todo lo que hay encima de ellos. En cuanto a la vajilla y copas, bien lo primero pero deplorables las copas.
Nos entregaron las cartas y al constatar que no hay menu del dia decidimos pedir una pizza y una pasta y compartir ambas. Afortunadamente no pedimos entrante porque las cantidades son descomunales. No lo acabamos.
Para beber pedimos una cerveza y yo queria una copa de vino tinto. Pregunte al camarero y me dijo que por copas solo tienen un cariñena. Vino con la botella y , no exagero, me sirvio un dedo de vino… Yo creia que era para probarlo pero cuando le vi que se retiraba le llamé y ante mi gesto preguntó: que quiere?? A lo que respondi que por favor me sirviera una copa de vino “normal”. Pues bien, con eso y con todo, mientras rellenba tuve que decirle 2 veces que queria mas porque no habia forma que echara una cantidad digna y eso que la deplorable copa era de un tamaño infimo. Por lo que vi la carta de vinos era bastante regular aunque habia cierta variedad.
En el capitulo de la comida:
-Pizza con huevos de codorniz, alcachofas y jamon iberico: no me gustan mucho las pizzas pero esta era exquisita. Masa finisima y crujiente con cantidad de queso y jamon iberico muy aceptable. Las alcachofas eran en conserva pero parecian conserva casera
- Fetuccine frutti di mare. La pasta no estaba muy bien de punto sino algo pasada. Pero el acompañamiento estaba muy rico: tomate fresco, mejillones, gambones, calamares y almejas. Estas ultimas las mas flojitas

Imposible pedir postre porque no pudimos acabar.
Solo se pidio un café solo.

La cuenta ascendio a 36,50€. En resumen aceptable italiano comercial sin encanto ninguno pero socorrido para depende que ocasiones…
Penaliza la puntuación el nefasto servicio de la copa de vino