Unos meses más tarde nos acercamos a este local, con la idea de confirmar sensaciones. Día invernizo con chispeo de nieve y el local con casi lleno total, en un domingo.
Acomodados en el comedor superior junto a la cristalera, pues el inferior es para menús.
Hemos compartido: mollejas y risoto de setas.
Las mollejas en ración abundante, presentadas empanadas, conservando su sabor y textura, pues asi presentadas, muchas veces resultan secas e insípidas al final.
El risoto, no nos convenció, su aspecto se asemejaba en cierto modo con un arroz con leche y en cuanto a sabor se notaba demasiada presencia de nata y las setas no sobresalían.
Por tanto en los entrantes cal y arena.
De platos, hubo diversidad:
Repetimos los chipirones a la plancha con vinagreta de tomate y la costilla de ternera “Angus” asada al horno: buenas raciones en cantidad y de nuevo gustaron las dos.
Esta vez innovamos con una plato titulado: trío de manos, morros y callos: presentados todos juntos en el mismo plato y aunque a alguien les agradó, a mí en concreto no me gustó, se mezclaban los tres sabores en demasía.
Solo un postre a compartir.
En cuanto a la carta de vinos no ha cambiado y en esta ocasión tomamos un Ribera sin grandes pretensiones.
El servicio con buen nivel de atención y amabilidad y el local resulta agradable, con buena insonorización a pesar de estar prácticamente lleno y siempre es curioso el estar comendo y ver nevar.
El precio por comensal ascendió con lo descrito, más agua y café, a un total de 30 euros.
Comentario:
Respecto a la visita anterior, he observado unos platos que no me han cubierto mis expectativas y el resto probados en la anterior visita siguen en su buen nivel.
Creo que es un local que en su zona es un referente y que se merece una tercera visita a probar nuevos platos y a ver si su cocina es amplia o no.
Ajusta puntación.
Nunca he probado en la misma elaboración manos, morros y callos, pero si versiones más "cortas", como patitas y callos de cordero (el famoso patorrillo navarro) o morro y callos de ternera en salsa vizcaína. En ambos casos, si están bien elaboradas, son una guiso sensacional. Basándome en eso, meter un tercer ingrediente a priori no me parece que sea mala combinación, pues al final lo que determina el sabor del plato suele ser la salsa.
El lugar esta bien y si vas con niños, luego se lo pueden pasar muy bien con el nacimiento del rio Ebro que está a 25 metros de la puerta del local.
A mí estas casquerias me gustan, pero cuando lo pedi me habia hecho la idea que vendria presentado en tres pequeños cuencos por ejemplo. La verdad es que cuando lo vi, me dio la sensación de ligero agobio.
Bueno veo que le has bajado algo la calificacion.
Pero tambien veo le sigues teniendo fe.
Lo mas importante en tus valoraciones es que piensas volver.
Es lo que importa por lo menos para mi, la balanza entre lo positivo y lo negativo y lo que te pueda aportar.
Gracias como siempre y saludos
Pensaba que estaban elaboradas a la vez en el mismo guiso. Así la cosa cambia. Seguro que tampoco a mi me habrían hecho mucha gracia.
Unos tenian restos de plancha y otros no. En resumen me defraudaron.
El lugar esta bien, buen servicio, unos platos buenos. El otro dia el risoto y el combinado no me gustó. Solo es un detalle, que como tu bien dices hay que reflejar.
Hola compañeros.
Desde Fuentebro no sabéis lo que agradecemos estos comentarios que nos ayuden a dirigir nuestra voluntad de mejorar.
Intentaremos mejorar su experiencia a su regreso.
Aprovecho para decirlos que esta semana comenzamos con nuestra carta de verano 2014
Muchas gracias.
Un saludo, el equipo de Fuentebro
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