Restaurante L'Eggs en Barcelona
Restaurante L'Eggs
País:
España
Provincia:
Localidad:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
28,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
40 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Opiniones de L'Eggs
OPINIONES
6

Pero que bien comimos.... y eso que la cosa empezó algo torcida, éramos un grupo de cinco personas, cuatro de ellas de fuera, con un menú concertado, con los segundos a elegir, o presa ibérica o merluza.
Al llegar nos dicen que hay un cambio y que el segundo es un solomillo, bueno, a todos mas o menos nos venía bien, pero pensé.... ya empezamos... y tengo que reconocer que ya me puse un poco de "Culo"... por eso tiene mas mérito que cambien una predisposición negativa a base de buena cocina.

Unos platos para compartir de entrada:

- Ensalada verde con vinagreta de mostaza, la vinagreta se convirtió en un aliño fabuloso.
- Croquetas de yema de huevo, no las había probado y me sorprendieron, buen rebozado, fino, unas croquetas suaves y buenas.
- Tartar Jules Verne, no era picante, no estaba especialmente especiado, un poco a medida de "todos los gustos", sabroso.
- Huevos fritos con chipirones a la andaluza y salsa tártara, uno de los grandes triunfadores de la noche, como ya se ha comentado L'eggs, se especializa en huevos y es la base gran parte de los platos, por lo que la calidad está asegurada, si a eso le añades unos chipirones bien hechos y lo mezclas a modo de huevos rotos, pues el resultado es buenísimo, para salir de los típicos huevos rotos y disfrutar.
- Ahora si, los tradicionales huevos con patatas y chistorra, los huevos de alto nivel.

A estas alturas yo ya estaba relajado y disfrutando, pero cuando llego el solomillo... bendito cambio, hacía mucho tiempo que no comía un solomillo tan tierno (y eran dos buenos tacos), sin un nervio, tan masticable, tan sabroso.... un espectáculo, mis invitados no pararon de destacarlo.

El postre de este menú concertado era una tarta de limón y helado de violetas, que estuvo a la misma altura que el resto.

El vino incluido en el menú era un Entrelobos (D.O. Ribera del Duero), servido a temperatura, no dejaron la botella iban llenando las copas sin hacerse esperar, copas correctas, el vino cumplió, aunque ante semejante experiencia gastronómica, eche de menos un vino de mas empaque.

El servicio fue eficiente, amable y dedicado, mostrando interés en como iba la velada y manteniendo alguna conversación interesante.

El local está mas o menos comentado, grande, moderno, atractivo, mobiliario heterogéneo.

Ya es uno de mis fijos en Barcelona.

Una taberna moderna. En un espacio de estética industrial. Y las propuestas del grandísimo Paco Pérez perfectamente ejecutas.
Carta amplia, para poder jugar y montar muchos tipos de comida. Guiños a diversas culturas, y la presencia del huevo como emblema que se va transformando según las necesidades.
Servicio que trata de agradar, con el que es fácil y sencillo congeniar y charlar de lo humano y lo divino, como esa confesión de asombro por encontrarse con platos sobre la mesa con dos picaduras, cosa que no debería suceder en un local de estas características. Pero parece que la crisis es dura para todos.
Cuatro platos. Unas albóndigas de langostino que son más bien un rebozado ejecutado con primor y de color limpio sobre una deliciosa cama de crema Thai. Platazo que hace que pensemos que aquí las cosas son muy serias, los sabores muy medidos, y las raciones algo escasas. Eso sí, los precios no se disparan.
Continuamos con una tortilla con setas y butifarra. Técnicamente muy divertida y realizada perfectamente, pero escasa de butifarra y elementos cárnicos.
El huevo a baja temperatura con parmentier de jamón y alcachofa es una de esas sencillas cosas que bien hechas es un espectáculo. Y aquí está bordado.
El arroz final resulta bueno. Podríamos discutir si el grano debería estar más al dente o no, pero tiene sabor, juega en el paladar y se agradece que hagan raciones para una persona, que pueden compartir perfectamente, dos.
Los postres hablan de la calidad del asesor y de la buena mano de la gente que está a diario en la cocina.
Un Yuba de nata de leche rellena de frutos rojos, con una crema de caramelo. Y una tartita de mascarpone láctica. Enhorabuena.
Carta de vinos algo dispersa. Muy bien la idea de tener magnum, y utilizar estos para servir por copas.
Una experiencia que hay que felicitarse por disfrutarla. Precios, para la gran Barcelona, más que correctos.
La sala sabe jugar. Felicidades.

Hoy he tenido la oportunidad de comer en L'Eggs por motivos de trabajo y me ha parecido sensacional.
La decoración está muy meditada, tal y como me han indicado la separación con la cocina con esos vidrios de color naranja transparente sirven para ejemplificar las luces infrarrojas cuando se incuban los huevos.
De aperitivo nos han servido un tartar de tomate con aguacate muy bueno.
Hemos pedido unas croquetas de yema de huevo, que estaban espectaculares, aunque he de decir que me las imaginaba con la yema un poco líquida y no, era cremosa prácticamente sólida. A continuación hemos pedido los huevos estrellados con calamares y salsa tártara, plato que me ha convencido mucho y que sin duda os recomiendo, excepcional el sabor de la tártara y el equilibrio que proporciona al plato. Hemos culminado con un arroz negro que aunque estaba exquisito, le habría quitado un poco del picante que llevaba. De poste un souffle con mascarpone que estaba genial.
Hemos acompañado la comida con un Blau de la D.O. Montsant que era realmente adecuado para maridar los platos.

Hoy hemos ido a cenar a L'Eggs y la verdad es que nos gustó mucho. La decoración es moderna pero sin pasarse y el ambiente y la atmósfera creada son muy agradables. De primero hemos compartido los huevos con jamón ibérico, patatas y ajo negro y los spaghettis arrabbiata con bogavante. Muy buenos ambos, en especial la pasta. De segundo hemos pedido una hamburguesa L'eggs (sin queso, tengo intoleranca a la lactosa) y el steak tartar. Tanto la hamburguesa como el steak tartar estaban realmente buenos. Nos ha sorprendido gratamente la hamburguesa. Muy buena!!! Y de postre compartimos las frutas del tiempo, citronella  y helado de vainilla. Yo me dediqué a la fruta y mi novia no tuvo piedad del helado.

Como colofón y para ayudarnos a hacer la digestión, tomamos un par de gin tonics.

La verdad, es que hemos cenado muy bien y la calidad-precio es muy correcta. Pensamos volver.
El servicio es bueno y el ambiente que se respira es alegre.
A destacar: sirven su propia agua (nos pareció una gran idea).

No se si tengo mala suerte con Paco Perez en Barcelona, pero no tengo suerte, después de un fiasco absoluto en Le Royale, fuimos ilusionados a esta nueva apertura. Por las críticas que había leído parecía que sería un sitio con posibilidades.
No pudimos reservar en su página web, ya que no aparece en google y lo tuvimos que hacer a través de una central de reservas. El local esta bien ambientado con una decoración correcta y buscando un ambiente agradable, el servicio normal, aunque solo sentarnos ya nos advirtieron que tenían bastante retraso en la cocina, situación que se confirmó.
La carta correcta de dimensión, pedimos jamón, bastante justo, ensaladilla correcta sin mas, y un ensalada de ventresca que no nos descubrió nada nuevo.
Tal y como indica su nombre el plato fuerte de la casa son los huevos según ellos. Pedimos 3, unos fritos con jamón y patatas, correctos sin mas y para mi gusto servidos en un plato demasiado profundo que lo único que hacía era concentrar todo el líquido sobrante con lo que estropeaba absolutamente las patatas y hacían el plato muy pesado, otros tras una recomendación con pasta a la rabiatta y bogabante que no sabía a nada, y un revuelto de gambas que te acaban en la mesa bien presentado, muy espumoso, que en eso se queda en apariencia, lo mejor el pan.
Nosotros comemos poco pero las raciones son bastante escasas.
No me disgusta la posibilidad de elegir el tamaño del vino que te sirven ya que lo hacen en diferentes decantadores según el que desees desde un magnum.

Es como el típico regalo que te hacen con un fantástico envoltorio y que te decepcionas en cuanto ves el contenido, si paso por la zona quizá le de otra oportunidad pero no voy a hacer nada por volver....

Me he quedado extrañado de no encontrar L'Eggs en Verema i me toca explicar sus antecedentes: Paco Pérez es el xef estrellado de
Miramar y la Enoteca, con otros proyectos, como The Mirror, La Royale, 5 Restaurant (en el Hotel Das Stue de Berlín) y, recientemente, el de los huevos: L’Eggs. Dicho esto, paso a mi crónica:

Las vacaciones de este verano han sido de proximidad para mi y una de las semanas, la hemos dedicado a hacer el turista por BCN acudiendo entre otros a un par de lugares, de los que se ha hablado en los últimos meses a través de agencias de comunicación , con campañas publicitarias más o menos intensas .

Se trata como su nombre indica de un restaurante donde su producto principal son los huevos, que estan en la parte baja de mi escala de preferencias y de toda la vida no los he asimilado muy bien. De aquí una broma mía transgresora que siempre repito y que viene a decir "me hacen daño los huevos " .

Pero Marta le hizo ilusión el concepto y el martes día 20 /08 , allá fuimos. De entrada decir que el local está muy bien resuelto y resulta agradable. Está situado en los jardines de Gracia donde había estado antes casa Fernández . Reservamos y al llegar nos sorprendió que aun siendo fiestas de Gracia y con campaña reciente por parte del restaurante , la ocupación no llegara al 33% .

La carta como ya he comentado, está basada en platos en el que los huevos son ingrediente principal . Eso si, no huevos cualquiera, sino con el pedigree que dan los prefijos "bio " , "eco" , etc .

De primero compartimos unos calamares con garbanzos y una ensaladilla ' rusa . Y como segundos un revuelto ibérico y una tortillita de bacalao . Los tres primeros estaban correctos , mientras que la tortillita ( mi opción ) , el bacalao estaba totalmente ausente de gusto, de un neutro celestial .

La raciones són muy justitas y en mi blog se ven los tamaños.

Opinión?. Que sin campaña , podría ser uno de tantos restaurantes de BCN , en que no se come ni bien ni mal , sino todo lo contrario :)

Compartimos como postre , un pastel de mascarpone y tomamos 3 cervezas y dos cafés . La cuenta fue moderada al no tomar vino (56€ ) y eso me hizo pensar que puede tener su franja de público. Gente joven , que prima el salir a local de 'ser visto' , comer poco , tomar una copa de vino y poder decir " estuvimos en el Eggs " ... ;)

Salí con hambre. Y por haber salido bien necesitava otro plato principal . Pero si ahora extrapolamos a comer un plato más cada uno y tomar un vino , la cuenta se acerca a 100 €. Y pagar 100 € por dos tortitas , luego ya me parece excesivo . También hay que considerar , que las materias primas básicas (los huevos ), aunque con pedigree , su coste , es lo que es y por lo tanto el margen es importante.

Una copa posterior a la terraza cercana del hotel Casa Fuster , nos dio alegría a la noche y confieso que allí me pedí algo de comer...

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar