Hemos pasado varias veces por delante y esa terraza en plan verano parecía apetecible.
Ofrecen un menú por 34 euros para dos personas que consiste en ensalada de ventresca, txuletón de "buey" y botella de verdejo.
Mis dudas son pequeñas y me imagino ese txuletón de "buey", así que hemos preferido pedir algo para picar.
Tienen una parrilla exterior que al parecer solo utilizan para asar sardinas. Así que hemos salido un tanto ahumados.
Viendo el tamaño de las sardinas de otras mesas, se nos han quitado un tanto las ganas, tenían más tamaño merluza que sardina.
La terraza es con mesas de madera más bien grandes, como para seis personas pero nos han acomodado en una de ellas a los dos.
Manteles de papel, plato pequeño y único para todo lo que pidas.
Te preguntan si quieres pan o no, un detalle. Yo sin pan pocas cosas como. Un trozo de barra gomosa, más bien "poco rico".
Los platos elegidos para picar han sido:
Boquerones al ajillo diez piezas que tenían el sabor que a mi me gusta, fuerte. Se dejaban comer gustosos.
Txipis a la brasa buena ración de txipis, con muy buen sabor y de pequeño tamaño. La salsa estaba también muy rica, una pena que el pan no era demasiado apetecible para untarlo.
Rueda de bonito a la plancha lo primero que le hemos comentado ha sido que si puede ser poco hecho. La respuesta ha sido que por supuesto. Pues menos mal. Mira que tienen manía por estos lares de secar el bonito. No lo entiendo. Así que lo hemos hecho trozos y lo hemos ido mojando en la salsa de los txipirones.
De postre un Flan de queso parecía casero, rodeado por nata que yo no soporto y conste que me gusta pero para lo que se necesita, no para adornar cualquier plato. Estaba rico de sabor, la verdad.
El camarero, más bien poco profesional, nos colocaba todo en una esquina de la mesa para que nosotros, gentilmente fuésemos acercándolo a su destino. A tener en cuenta que la mesa era un tanto larga.
Para beber y al verlo en carta, hoy hemos pedido una Sangría de vino también tenían de champán pero creo que no la iban a sacar con la receta de Jero así que por la de vino nos hemos decantado.
Correcta, sin más, con cuatro rodajas de limón, sin fruta alguna y un tanto poco "alegre". Con una sangría bien preparada a uno le tienen que brillar un tanto los ojitos después de terminarla.
Un cortao más bien justito y a otra cosa, mariposa.
Pues desde luego que para quitar el hambre sí pero para no demasiadas más florituras. Típica terraza de verano donde cenar por poco dinero pero sin exigir calidad en exceso y mucho menos "finuras".