He de reconocer que ni siquiera sabía que hay play en El Prat de Llobregat. Este chiringuito se encuentra detrás de las instalaciones del aeropuerto, donde se accede por unas carreteras que, ni con GPS, sería capaz de volver a encontrar. Pero un amigo, buscando un poco de fresquito que aliviase el calor, nos llevó... y sin GPS.

Sábado noche, prácticamente lleno, ambiente joven, música chumba-chumba (¿trance?). Servicio joven de trato familiar y bastante lento. Carta a base de tapas y bocadillos principalmente (http://www.chiringuitocalamar.com/gastronomia). La que nos dieron estaba mitad en castellano mitad en francés... Menos mal que uno de los comensales nos la tradujo. No vi la carta de vinos, si es que la hay. Decoración pseudo-caribeña. Iluminación escasa. Mobiliario incómodo. Manteles con parte de la carta impresa. Vasos de plástico. Servilletas de papel. Cubertería y vajilla de batalla. Sirven mojitos, caipirinhas,...

Cena ligera a base de patatas bravas (con piel y una salsa bastante aceptable, incluso picaba), nachos con queso y guacamole (queso ya solidificado y guacamole de bote o, peor todavía, elaborado sin gracia alguna), pinchos oscuros y algunos duros, y unos calamares a la andaluza bastante correctos.

Para beber, un par de cervezas, un refresco y una jarra (también de plástico) de litro de clara.

Lo mejor, se puede acceder sin pisar la arena, hay aparcamiento de sobras y no pagué yo.

Si alguien quiere acercarse, que se mire bien el plano: http://www.chiringuitocalamar.com/mapa. Yo no pienso aprendérmelo :-)