Restaurante Restaurante El Chaparral en Serra
Restaurante El Chaparral
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
10,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
dias laborables de lunes a viernes y cenas de fin de semana
Nota de cata PRECIO MEDIO:
16 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
6.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
almuerzo
cremaet
comedor interior
terraza exterior
carta1
carta2
Opiniones de Restaurante El Chaparral
OPINIONES
4

Restaurante en un entorno privilegiado rodeado de una gran pinada y ubicado en la cumbre del monte. Por tanto lugar de excursionistas, ciclistas, moteros y senderistas como clientes (no hay nadie más que pase por la puerta) con una amplia y vistosa terraza exterior y un comedor interior, después de pasar la larga barra, con columnas en medio que quitan profundidad pero hacen reubicar mesas quedando bastante juntas por las perspectiva de clientes sobre todo a medio día del fin de semana (no abren en laborables) puesto que para el almuerzo éramos pocos y tod@s habituales menos yo, vista la familiaridad de trato y la llegada escalonada para completar mesas.

El servicio voluntarioso con la cocina recién encendida surtía con rapidez los pedidos. Las mesas con mantel de papel tela, copas insufribles y unos cambios de precio muy notorios tras la pandemia; si vemos el comentario de @ebenede del 2015 y otros en RRSS con foto de hace 4 años en que el almuerzo al plato  (2 pancetas, 2 longanizas, morcilla y chorizo más huevo y patatas costaba 9,50€, hemos pasado a una pieza de cada embutido, sin panceta a 6,70€ (casi 50% más) o bien a un bocadillo con eso mismo pero cobrando aparte la bebida y el cremaet  (11,15€).

Afortunadamente lo que no ha cambiado es la calidad del pan que sigue siendo de horno local y hecho con masa madre (ver los agujeros de fermentación en la miga); también mantiene la calidad del embutido de Serra que son dos aspectos fundamentales. Destaca el muy, muy amplio relleno del bocadillo hasta el punto de que sería conveniente plantearse un formato de pan algo más amplio de ancho para abarcar el material; el tamaño del pan es algo corto en el que supongo es el bocadillo entero (media barra justa) porque no preguntaron.

La carta de almuerzos no es muy amplia en variedad y se fundamenta sobre todo en las brasas; tiene una opción de plato en lugar de bocadillo que en realidad serviría como plato principal (y casi único) en una comida, y no añado en cena porque no dan ninguna cena en el año.

Las aceitunas, pocas, estaban bien aliñadas; los cacahuetes con corteza destacados; para beber no había cerveza de presión, supongo que por local recién abierto después de muchos días cerrados y ganamos con una Marzen Turia, una tostada valenciana (cerveceros desde 1935). El almuerzo:

. L´Ombría (la humbría): bocadillo de embutido artesano de Serra a la brasa con patatas a lo pobre con pimiento asado a la brasa y cebollas confitadas a baja temperatura rematado con huevo frito. Elementos de calidad con buen paso (no excesivo) por brasas y con compañías que complementa bien. Recomendable.

Un cremaet bien de calidad aunque a falta de la cortecita de limón y algo más de canela, pero buena calidad del café.

Otro día puede ser probar sus famosas paellas valencianas hechas a leña del monte Garbí (en su cumbe está el local) o de naranjos del valle. Son su otra fortaleza por la que merece la pena la subida de la montaña.

Ahh! Se me olvidaba, estás totalmente aislado, sin cobertura ni de 3-4-5G (para unos será bueno, para otros será malo), pero es lo que tiene estar en plena montaña en este país.

  • almuerzo

    almuerzo

  • cremaet

    cremaet

  • comedor interior

    comedor interior

  • terraza exterior

    terraza exterior

  • carta1

    carta1

  • carta2

    carta2

Hemos hecho lo que mi querido hermano aficionado al ciclismo ha realizado tantísimas veces pero en cuatro ruedas y a motor, coronar El Garbí. La Sierra Calderona que tan cerca tenemos es maravillosa. Por lo tanto, el lugar en el que así se encuentra este restaurante es privilegiado.

Nada positivo a comentar del local en sí. Apretujamiento y sonoridad a mil y cero encanto decorativo. Nada tampoco a lo que no fuéramos predispuestos, incluso colaborando, ya que éramos un par de familias con respectivos niños en edad sonora. Así son estos sitios. Mucho mejor si hace buen tiempo comer en el exterior.

La fama radica básicamente en sus paellas a leña y otros platos de carne aprovechando también las brasas; chuletas de cordero, embutidos..

Pedimos unos entrantes, con resultado en general flojo, y una paella valenciana a leña de buen sabor pero a la que le faltó reposo. Se podría decir eso de que bebimos mejor que comimos.

Muchos refrescos, lógicamente sobre la mesa, aguas, etc. Cayeron un par de vinos tintos, comentar que tienen buenas copas, que fueron Rebel.lia y Sentada Sobre la Bestia ambos del 2014 a un precio muy razonable, 12 y 15 €. respectivamente. Descorche y listo, a correcta temperatura.

Las croquetas de jamón interiormente con esa textura cremosa por demás que pese a su apariencia ligera se hace pastosa.
Los calamares con un rebozado crujiente tipo buñuelo que crece y los hace aceitosos pero que aún así estaban aceptables.
El ajoarriero nada homogéneo y poco trabajado que se descomponía al ir a untarlo. Lo peor.
Unos rebollones en salsa que se pidieron a última hora y mira tu por donde fue lo mejor. Con su comino... bien especiados.
Y la paella valenciana quedó con un poquito de caldo en un lado debido a la pendiente que habría donde la pusieron mientras iban a por ella y, lógicamente, por faltarle lo principal, reposo. Una pena porque como decía antes, de sabor no iba mal.
Los postres fueron un flan de coco, un par de queso y una tarta de chocolate. Cafés y copas de pacharán para los hombres, tirando de una estampa clásica de las mesas.

Evidentemente hubo paseo previo y posterior por ese entorno, había que purificar pulmones y almas antes de sumirse de nuevo en la ciudad.

Sábado 22 de agosto. 9 personas. Dos chuletas. Longaniza morcilla chorizo. Panceta. Huevo frito. Patatas a lo pobre. Ajoaceite. Vino y gaseosa. Carajillo Gin tónica. Servicio rápido y eficiente. La jefa de cocina, Lorena, bellísima. El jefe de sala dominando bien el tema. Re ofenderle a los que amén el colesterol, los trigliceridos y el buen yantar. Seguiremos volviendo. Au

En un entorno privilegiado, en plena naturaleza este modesto restaurante, sin lujos, te ofrece unas excelentes paellas y embutidos de la zona.

Nada sofisticado, solo honradez a un precio moderado.

No busques excelente servicio de mesa; distraídos, pero voluntariosos.

Por 20 euros, tampoco debes esperar grandes preparados.

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