Antes de nada, no me voy a extender mucho pues el bueno de "Joan Thomas" ya lo hizo y muy bien en su último comentario.
El sitio es agradable, ambientación moderna, buena luz, pero sin vistas.
El servicio es correcto y amable
Esto es lo que comimos:
Crudo:
Vieira Kru con erizos de mar, Buen sabor
Carpaccio de toro con aliño de manzana y jengibre, Se dejo comer
Toro Kru, en laminas, Excelente aunque algo graso para mi gusto
Calamar Kru, Finas laminas y suave al paladar
Salmón Kru, bueno, pero los hay mejores, es una lastima
Salmonete en cebiche, inmejorable presentación, quizás el que menos me gusto, esa acidez no me va
Cocinados:
Aquí es donde disfrutamos más.
Bogavante frito al ajillo, Bien cocinado con un sabor exquisito , el mejor que he probado
Rodaballo frito, Perfecto, todo comestible y sin dejar raspa
De postres:
Piña cocorron macerada en licor, correcto sin mas
Surtido de 4 quesos, Sin emoción, con la cantidad de quesos que existen y que decepción y enzima sin ningún queso Catalan, como si aquí hubiera pocos.
De beber:
Vino blanco Domaine Sancerre de "Loire", cabernet suavignon bio dinámico con aroma de limón y sabor agradable
También bebimos dos copas de vino El Perro Verde, verdejo de Rueda con excelente sabor
Una copa de Cava Blue Fin de Cavas Mestres, de crianza larga y buen sabor
El pan fue correcto
Dos cafés ( a 3'30€ el café ) me parece un precio fuera de toda lógica, al menos que te ofrecieran poder escoger entre algunas variedades, que mira que las hay.
Como invitación dos chupitos de licor de fruta de la pasión
En definitiva: Un buen restaurante para volver seguro, pero sabiendo elegir.