Probamos este fantástico blended japonés en las navidades de 2017 y volvemos con él 5 años después (la anterior valoración está como "Whisky Hibiki Japanese Harmony"). Es el colofón a una espectacular comida en la Marina del Grao invitados por el gran Agustín al que le agradezco infinitamente. Nos lo sirven en vaso ancho y procedemos con su valoración después de añadir un cubito de hielo por 30 segundos y retirar, hasta que lo bajamos de temperatura a unos 11°C. Reconozco que al rato, en la sobremesa, nos lo tomamos con hielo, el veranito nos lo pedía ):

VISUAL: Precioso color ambarino con reflejos cobrizos, limpio y cristalino. Presenta una lágrima densa, fina y transparente (95).

OLFATIVA: De entrada asoman notas de fruta con hueso (albaricoque) acompañadas por fragancias de flores blancas. Agitamos y desprende aromas cítricos intensos, a mandarina y corteza de naranja, junto con sutiles especiados de vainilla y pimienta blanca. También hay frutos secos, nueces y avellanas tostadas, con un fondo más exótico que nos recuerda al incienso y al fenogreco. Complejo y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: Punch comedido, elegante y con sensaciones florales en su paso por boca. Se nos antoja delicado, de tacto aterciopelado y muy untuoso. Retronasal con apuntes de frutos secos, mientras que en el post-gusto se muestra acariciante y muy equilibrado desprendiendo notas frutales de níspero y cítricas de naranja, junto con matices dulzones avainillados y lácteos de crema inglesa. También aparecen recuerdos herbáceos mentolados y un final ligeramente "picantoso" de pimienta blanca. Una delicia, puro equilibrio y elegancia, perfil muy distinto a los maltas escoceses, otra cosa (94).

La RCP atendiendo a su precio cercano a los 100 euros, la considero floja.

MARIDAJE: Nos lo tomamos en la sobremesa, después de un café expreso y un surtidito de frutas y pastelitos caseros variados. Como dije, el colofón perfecto a una inolvidable velada con grandes amigos.

Salud-os!!

Mi primer whisky japonés, me llevo buena impresión. 

Color dorado intenso con reflejos naranja.

Aroma a frutos secos (almendras, nueces) sin tostados muy notorios, y sobre todo frutal. Notas sutiles que me recuerdan sobre todo a los albariquoques secos que se venden en las tiendas de delicatessen. 

En boca me parece que es un whisky suave y fácil de apreciar. No demasiado complejo, pero de sabores definidos. Se repite la nota frutal, y de frutos secos sin ser demasiado dulzón. Muy disfrutable cuando no se busca un whisky de malta robusto, de esos "pegadores". De trago realmente fácil, incita a servirte la siguiente copa. Este whisky me motiva a seguir probando otros whiskies del país del Sol Naciente.

Un blend ligero, con aromas y sabores cítricos en su mayoría, como la costumbre indica, un poco de agua de manantial, enriquece su sabor y apertura, dando lugar a algunos sabores mentolados procedentes de la madera que anteriormente había contenido licor de frutas de hueso, de ahí su carácter plenamente frutal