Hotel bastante nuevo situado al lado de la antigua estación de Plaza de Armas, muy bien situado, ya que queda cerca de la zona de la Expo y a muy pocos minutos andando del centro comercial.
No tiene excesiva personalidad pero permite una estancia cómoda en todos los sentidos: habitación grande, bien dotada, cama y almohadas mullidas, caja de seguridad, iluminación de bastante fácil manejo,...El baño no es una zona aparte sino que se integra en una especie de vestidor donde está situado un armario de amplias proporciones; no me gusta a mí esa distribución pero todo lo perdoné porque tiene una ducha magnífica, casi forma un cuartito separado por una gran mampara y el abundante chorro de agua caliente va de maravilla. Adminículos de aseo suficientes.
El desayuno muy bien, con su fruta peladita y todo lo habitual, de buena calidad además.
Trámites de entrada y salida sencillos.
En general tiene taxis en la puerta, un buen punto más a favor de este hotel en el que pasé 3 noches muy muy bien. No está en el centro-centro pero no me importó.