Hotel bien conocido y sin cambios. Esta vez en piso 14 con vistas a la piscina. La decoración muy clásica sin perder funcionalidad.

Es de los que mantiene la obligatoriedad de tarjeta de crédito del cliente a pesar de que la reserva está pagada con anticipación. En este caso renuncié a mkis convicciones y no me negué auqnue luego me arrepentí al ver mis datos escritos en la hoja de ingreso además de mi ficha electrónica; todo ello siendo vcliente habitual y con tarjeta de la propia cadena hotelera. Hay costumbres que deberían erradicarse..

Muy por encima de la media el desayuno en calidad y variedad, más la amplia opción de cocina en el momento y aunque la amablidad no es la mejor virtud del cocinero, sí lo es la elaboración de la tortilla. Bueno el zumo de naranja, bueno el café incluso descafeinado. Demasiada rapidez en la retirada de platos y cubiertos de la mesa (sin espera de clientes) que produce errores por precipitación.

Destacar que está bien comunicado por metro con fácil acceso. Parada de taxis en la puerta y garage propio además de zona azul con fácil aparcamiento.

Parafraseando el titulo de una divertida comedia de hace años parece que en febrero se hace obligatorio ir a madrid y a este hotel.
Me tocó la 7ª planta y ya está reformada, ganando mucho en actualidad y calidad renovada.
Baño muy actual, ducha genial, mantiene multiples y buenas aminities que son de agradecer.
La decoración y muebles de estilo moderno pero manteniendo elegancia y practicidad. Armario sin puertas. Buena mesa de trabajo y buena tele.

El desayuno sigue siendo de los mejores en calidad y variedad. Mucha gente alojada pero se mantiene fluido.
Hay cafetera en la habitación para uso propio, pero merece la pena el desayuno/almuerzo que si lo haces tarde te puede servir de comida.

Persiste la mala costumbre de solicitar tarjeta de credito al entrar pero no hay problema de negarse. Mucha amabilidad y saber hacer en el pesonal.

Los salones de trabajo son cómodos y multifuncionales y buenos complementos para los mismos.

Gran situación y servicio. Decoración elegante.
En mi cruzada de no dejar Visa se mantiene en su respuesta elegante y lógica.
Habitación con buena mesa de trabajo.
Baño con multiples amenities.
Desayuno con buena variedad y calidad de productos.
Todo ello se paga bien. Si el costo no es lo importante, es una buena opción.

Hotel emblemático de Madrid que sigue siendo un referente en la ciudad.

Ya descritas las características principales, resumiré mis opiniones:
. habitaciones: me tocó una como la descrita por Argug pero existen otras de mayor tamaño con dos camas y mucho más espacio en la habitacion, casi el doble.
. la tele ya es plana y de tamaño correcto
. el colchón anda un poco viejete ya que hay tendencia a rodar hacia la alfombra
. muchas y variadas almohadas
. no hay colas en recepcion. Mucho personal en todos lados, también en los desayunos
. wifi gratis en habitaciones
. muy bien la infraestructura de salones y complementos
. muy bien el desayuno. Diría que espectacular
. bien los complementos del baño
. poca ventilación en habitaciones de fumadores. Si no eres fumador lo pasarás mal
. buen trato si no dejas Visa. Esta es una cruzada particular contra la decision de pedir una tarjeta Visa aunque tengas pagada la habitacion. Recibí la mejor respuesta: ¿pagara en efectivo si hay algun extra?. Por supuesto.

Hotel de 5 estrellas, situado en paralela a la Castellana entre Plaza Castilla y Cuzco.

Espacios comunes amplios, con gran cantidad de salones, para reuniones y actos. Es de destacar el salón de actos muy agradable, cómodo y con todos los medios técnicos audiovisuales del hoy día.

Pasillos amplios, con decoración clásico y con sobrecarga de alfombrados que para algunos esta algo pasado.

Habitación de tamaño aceptable, con buena insonorización a los vecinos y al exterior, colchón y almohadas muy agradables. Baño con todo lo clásico, pero algo estrecho sobre todo la zona del inodoro y ducha. En la parte negativa de la habitación, el aíre acondicionado algo ruidoso y un hotel esta categoría no tener una televisión plana.

Desayunos, de tipo buffet, con variedad, calidad y a destacar la gran profesionalidad de los camareros y en un numero considerable.

Facilidad y rapidez en el chequeo.

La ultima vez que estuve en este hotel, fue en 2002 y es de destacar la mejoría del personal tanto de camareros como de la recepción, pues en las veces anteriores (3 o 4) siempre los camareros me daban la impresión que me hacían un favor y para el chequeo los colas me habían quedado en el recuerdo.