Aunque no es un hotel nos decantamos por esta pensión por su ubicación, junto al Mercado de la Bretxa, en pleno casco histórico y en la zona de pintxos. Pese a ser una pensión cuenta con los servicios de un hotel (ordenador, wifi, neverita, jabón y gel por cierto de dove ...) aunque le falta aparcamiento (aunque hay uno muy cerca) y bar (aunque ofrecen desayuno a 4€ en un restaurante cercano).
Tamaño de la habitación correcto y además reformada, amplia y con mucha luz, con puerta hacia la calle principal. Insonorización hacia el exterior, aunque algo ruidoso respecto al resto de habitaciones.
El baño algo justo en tamaño (al menos la habitación doble, la suite supongo que será más amplia en todo).
Buena opción para no gastar mucho dinero y estar en pleno centro, sin tener que andar casi nada para ir a todos sitios.