Cogimos por atrapalo la oferta de 3 días y dos noches por 97e. El hotel es más bien una fonda, la comida nos gustó mucho, casera, sencilla. Comimos allí todos los días es muy variada. Es un negocio familiar y el ambiente es muy agradable. La verdad es que con la habitación no tuvimos suerte, la colcha estaba sucia y la cama era pequeña, aunque la habitación tenia unas vistas a la plaza de la iglesia que nos gustó mucho, la verdad es que el precio fue un regalo y no podemos exigir la habitación de un hotel de lujo. Nos recomendaron ir al magma por la mañana, y así lo hicimos, estuvimos compartiendo las instalaciones con un matrimonio y un grupo de 4 personas, imaginaros que privilegio, por la tarde cuando nos fuimos empezó a llenarse, merece la pena ir por la mañana, no es un centro de spa, es un centro familiar donde jugar, divertirse y relajarse.
Os recomiendo también la excursión hasta el castillo, es un paseo muy agradable por una pista forestal, las vistas son magnificas, y el castillo restaurado permite subir hasta la torre. Si os gusta caminar podéis hacer muchas rutas a ermitas de la zona. En el castillo hay zona de barbacoa, y lamentablemente se puede llegar en coche, si no podéis andar merece la pena que lleguéis hasta allí y admiréis el paisaje.