Pasé unas vacaciones de Semana Santa deliciosas, por el entorno y por el gran restaurant que regentan los propietarios. La primera noche estuvimos en el edificio primitivo que acaba de ser remodelado. Frente a él, un anexo de amplias dimensiones acoge la mayor parte de las habitaciones, identificadas con el nombre de alguno de los 20 manantiales existentes en la zona: La Font Viva, La Font del Capellà, La Font del Cané, La Font de la Vila... puedes perderte por las montañas o por el jardín.