Extraordinaria experiencia en el Hotel BlauMar de LLafranc, el Hotel es delicioso, romántico, situado en una pequeña colina, a los pies el pueblo de Llafranc y su playa, las vistas son realmente espectaculares, al pueblo y a la playa y a la salida del sol que a finales de Octubre es un verdadero regalo.

Todas las habitaciones son exteriores, algunas con mini jardín, en la planta baja y otras con terraza en la primera planta, recomiendo terraza en el primer piso, la vista es mas panorámica al cuidado y bonito jardín, a su piscina y al mencionado pueblo y su playa.

Los trámites de check in son ágiles, la atención del personal magnífica, incluso nos explicaron, sin preguntarles, diversas rutas que podíamos hacer, visitas y algunos restaurantes, la amable explicación se completó con unos planos y folletos.
El hotel tiene parking gratuito dentro del recinto, al aire libre.

Las habitación es una delicia, decorada al estilo provenzal (esto lo he sacado de su web), en cualquier caso muy bonita, muebles, cortinas, suelo de parket, pintura, cuadros... un conjunto muy acogedor.
Aire acondicionado o calefacción fácil de usar, wifi gratuito funcionando sin problemas, amplio lavabo con zapatillas y albornoz, amenities típicas, tele plana con satélite y terraza con mesa y silloncitos para flipar con las vistas y la salida del sol.

El desayuno es de calidad, huevos, embutidos y quesos, también cereales, mermeladas, varias clases de pan y pastas dulces buenas, el café es de cafetera de bar, tu lo pides y el personal te lo trae a la mesa, si además la mesa está en la terraza del jardín y hace buen tiempo para desayunar allí, como fue el caso, miel sobre hojuelas....

No dan comidas, matizo, no a modo de restaurante, aunque tienen un carta de lo que ellos denominan snacks, que prácticamente lo es, pero aun horario mas restringido.
Las zonas comunes se limitan al espacio de recepción y la terraza del jardín, igualmente decoradas con el exquisito gusto de las habitaciones.

Tranquilidad, creo no sería recomendable para familias con hijos pequeños, el hotel es un oasis de paz, a la playa de llafranc y al pueblo se llega en 10 minutos, lo complicado es la vuelta, ya que es cuesta arriba.
Desde ahora nuestro Hotel de referencia en la bellísima costa Brava.
149 € desayuno incluido, lo vale.