Pequeño tesoro escondido en la Comunidad Valenciana, para darse un capricho y una cura de estrés.
Ubicado en un pequeño promontorio, junto al Mare Nostrum se encuentra este hotel con una localización francamente excepcional.

Ubicado en una partida denominada "el paraíso", un lugar creado y pensado por los Dioses, "para el comercio, bebercio y fornicio..."

Las habitaciones es quizá lo más flojo, tal vez necesitan actualizarse un poco, pero el resto de instalaciones , jardines, spa y comedor están a buén nivel. El spa es free y destacable. Lo mejor de todo, un desayuno ,como si estuvieras en la proa de un crucero, con vistas al mar Mediterraneo.

Salu2