Reservamos una noche en este hotel junto a la Ciudad de las Ciencias de Valencia dentro del "Paquete relax" que incluye alojamiento en habitación doble estándar, un circuito SPA por persona y desayuno buffet, todo por 99 euros. Muy buen precio a priori teniendo en cuenta que se trata de un cuatro estrellas en una de las zonas de moda de la ciudad.
Se trata de un hotel moderno de grandes dimensiones pero agradable y cómodo dentro de la falta de calidez de la que suelen adolecer estos grandes establecimientos. El fin de semana en el que estuvimos nosotros, en concreto presentó el inconveniente de que el vestíbulo del hotel y las zonas comunes estaban continuamente llenas de gente (en especial de niños corriendo y jugando) por las múltiples comuniones que se celebraban en sus salones, además de los múltiples turistas que no dejaban de entrar y salir (no es una queja, dado que podíamos imaginarnos al tipo de hotel que íbamos).
La habitación en la que nos alojamos amplia y cómoda, en la línea de la modernidad del hotel. Lo mejor, el acristalamiento hasta el suelo que permitía tener unas muy buenas vistas de la zona, incluida la ciudad de las ciencias. Lo menos bueno, la escasez de "amenities" (al menos de aseo) que apenas daban para poder ducharnos los dos.
El gimnasio pequeño pero muy bien dotado de máquinas nuevas para hacer algo de ejercicio quien tenga costumbre de hacer esto en los hoteles. Me causó buena impresión.
Otra cuestión, quizás para mí lo más decepcionante del hotel, fue el SPA. Inicialmente muy bien montado y completo, agradable a primera vista y con casi todo lo que debe y puede tener un SPA de hotel. El problema es que durante la hora y media que estuvimos en él, estuvo abarrotado de gente, hasta el punto de que tuvimos que hacer cola en algunas áreas para poder utilizarlas. Incluso en un momento entró un grupo de unas diez chicas y ahí se acabó la poca tranquilidad que teníamos hasta el momento. Esta es una cuestión que deben cuidar en el hotel. Entiendo que cuanto más gente entra más dinetro ganan, pero en un SPA sin duda se debe controlar la afluencia de gente y el número de personas que están dentro a la vez. Se trata, entre otras cosas, de estar un rato tranquilos y relajados.
Finalmente el desayuno buffet bastante completo y variado, pero nuevamente el problema de este tipo de hoteles: salón inmenso con mucha gente desayunando a la vez y poco personal para poder llevarlo con fluidez.
En resumen, un buen hotel funcional a un buen precio para hacer unos días de turismo en Valencia o para una estancia de negocios, pero masificado y poco tranquilo para quien busque relajación o algo de intimidad.