Muy bien narrado, consiguiendo transmitir muy bien todo lo que lo rodea. El

Muy bien narrado, consiguiendo transmitir muy bien todo lo que lo rodea. El estrés, la preparación, el equipo (ultra)crítico de cocineros, el para mi sorprendente ambien cuasideportivo que había en las gradas.
Me pareció un muy buen recurso el contrapunto que añadía la madre del protagonista humano (los verdaderos protagonistas eran un pollo, un pez y un cangrejete hiperbólico ;).
No sé, por encima de todo me habría gustado sentarme diez segundos con este cocinero, mirarle a los ojos y preguntarle: ¿Realmente esto te ha hecho feliz? ¿esto es lo que soñabas cuando te hiciste cocinero? ¿te hace sonreir?
Soy muy (bicho) raro, pero creo que tanto la cocina como el vino son dos de las actividades que te permiten ser feliz haciendo feliz a otros. Da igual si hablamos de alta cocina o de cocina clásica, pues ambas son cocina, pero concursos competitivos como ese no hacen más que reafirmarme en mi absoluta falta de aprecio por los mismos.

Saludos,

Jose