Re: David Muñoz: los trazos culinarios y el desmadre racional
Pues bueno, no he acudido nunca, pero de esa noticia me quedo con el siguiente parrafo:
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Entretanto, habrá que tomar una cabeza de gamba frita que pende de un sedal del techo mientras se baila el primer paso de una sevillana, recibir una cucharada sincrónica de los camareros con un bocado...
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A mi eso me parece ya el pasarse. Yo puedo hacer el cabra y el cafre con los amigos (y lo hago y mucho) y es un cachondeo, nos lo pasamos pipa y disfrutamos al 200%, de hecho, no hacen falta payasos disfrazados porque el primero soy yo. Pero no se si podria ir a un sitio a comer en un entorno desconocido y sentirme comodo haciendolo, mucho menos disfrutar o degustar el producto...
Si de verdad quiere transgredir y sorprender, le propondria que incluyera cordero en la carta, y que los clientes tuvieran que degollar un lechazo vivo para así sentir mas intensamente todo, no digo cerdo por las limitaciones de espacio y la necesidad de personal extra, pero nada como oler la sangre fresca de un chon que, tras saltar directamente de sus vasos debido al todavia palpitante efecto del corazon vivo, transcurre su camino hacia el suelo por las costuras de nuestros pantalones para despues elevar a los altares gastrofrikis una exquisita morcilla frita... Tambien los mandaria (a los clientes) al roncudo a que vieran en primera persona lo que es hacerse con unos buenos percebes, pero en este caso el coste de los transportes haria el menu inviable.
Espero, eso si, poder ir a comer a DiverXo, antes de que se le vaya de las manos.