Yo también
Ver mensaje de MaJesusTengo esos momentos en los que un vino de cata no me disgusta en absoluto, uno de esos inmaridables que se beben de vicio poco a poco, con amigos o a solas. Recuerdo un Sot Lefriec que abrimos una noche (sobre las 12) y con el que aguantamos una formidable velada hasta las 4 de la mañana. Y no lo tomamos con absolutamente nada. Y menos mal porque este es otro vino de los que hacen pesas todos los días.
Por otro lado, y en líneas generales, prefiero el vino que se puede compartir con la comida. Esos vinos de cata son para momentos puntuales que te pueda apetecer.
Lo que no me gusta nada son sus precios obscenos, eso sí que lo llevo basnte mal, pero bueno, mientras tengan mercado que vayan haciendo.
Saludos
Dani