Me da en la nariz que el chef Pellicer estará algo desmotivado. La razón ? como cabeza visible de un macroproyecto, debido a la crisis, no funciona como debiera. Pienso, que ni aún llenando todos los dias, sería viable economicamente.
Y ahí empiezan los nervios...
Hace un año que estuve, y la comida, a pesar de los precios elevados, estuvo memorable. Eso si, solo dos mesas ocupadas.