Hola, Rafa: Comienzo por el final, nunca he ido a este restaurante ni conozco a nadie de él ni tengo ningún interés en defender a éste ni a cualquier otro restaurante. Si revisas mi perfil verás que más bien soy poco amante de comer fuera y muy crítico con los restaurantes y la hostelería en general. No hago ninguna defensa a ultranza de nadie, es mi guerra privada contra la estulticia.
Tampoco suelo responder a las críticas de los demás, pero en tu caso sí que he hecho una excepción, porque tu crítica se lo merecía con creces. Paso a enumerar mis motivos.
Fíjate que en tu respuesta dices que “se mire como se mire un solo bombón no puede ser nunca un entrante sino más bien un aperitivo y creo que hay una notable diferencia entre uno y otro”, algo absurdo cuando estamos hablando de cuatro entrantes.
Te quejas de que con los seis platos no te quedaste satisfecho, algo lógico teniendo en cuenta que hablamos de productos exóticos y caros, con bebida maridada incluida, por 25€. O te cobran el doble o es evidente que no vas a salir satisfecho, creo que no hace falta ser muy inteligente para entenderlo. Una ración "como dios manda" de Black Angus ya te costaría al menos esos 25€, incluyendo una saciante ración de patatas fritas.
“Sin acritud, “no tengo ni idea de lo que es la "fruta del dragón" y la verdad es que los nombres estos tan rebuscados y exóticos me empiezan a cansar un poco”. Expones tu ignorancia y parece que culpes al restaurante del nombre exótico de la fruta; quizá lo hubieras preferido marinado con melón.
También dices algunas tonterías, como por ejemplo “Quisquilla, garrofó, aceite de guindilla y jugo de quisquilla. Un nombre muy aristocrático y pomposo”. No sé dónde ves la aristocracia y pomposidad, eso es una enumeración de los ingredientes principales, supongo que menos pomposo para ti será “hamburguesa con patatas fritas”.
Como ves, no critico tu subjetiva percepción culinaria ni el hecho de que salieras con hambre, pero lo que más me divirtió fue que achacaras a la “joven e inexperta camarera” que “se le olvidó advertirnos de un importantísimo detalle: que no lo debíamos pinchar con el tenedor”. Vamos, que te dice que te comas de un solo bocado un bombón, lo pinchas con el tenedor y resulta que la culpa es de la camarera… ¡En serio, que me partía de risa! No se trata de ser tan inteligente como yo, con un poco de sentido común es suficiente. El no saber estar que se sustituye con el intento de aparentar ser más educado de lo que se es y pretender coger los bombones con un tenedor para quedar más fino deviene en ridiculez.
Para ser tan habitual de los restaurantes me sorprende que te ofenda por considerarte tan inculto y luego sueltes que “la "presa" hasta donde yo conozco no se sirve nunca en forma de chuletón”. Mira, no es cuestión de servirlo de diferente forma, es que son cortes de diferentes partes del animal.