Lástima del servicio.
Es un siio precioso con unas vistas a las islas muy bonitas. Gran sitio para comer bullit de peix y arroces en general con raciones amplias.
Terminar con un cremaet: cafe con licor y un paso de fuego para quemar el alcohol. Buenos licores de hierbas locales.
De precio es de los que se puede tolerar en verano: con sirbia (buen y caro pescado de la isla) y gamba roja no te salió más caro que otros.
Pero en verano... es una pena. Cogen al cuñado de la portera y ya tienen un maitre.
He estado muchas veces fuera del verano y es una delicia aunque el tema de vinos sigue siendo deficiente siempre.
Saludos