De las muchas cosas que se comentan en los pueblos, esta es una de las que tenía yo entre ceja y ceja como posible, basándome sobre todo en los ritmos circadianos y sus variaciones hormonales, y por otra parte comprobando desde mi infancia, que lo que se atribuye en la madera (posiblemente por otro motivo) lo he podido comprobar siempre, me refiero a que la madera cortada en menguante es mucho más duradera.
Como la prueba fue muy evidente, aunque tratamos de tener una sistemática con ciertas normas, la misma evidentemente es muy mejorable y estos detalles pensamos corregirlos en una segunda cata, aún a determinar. Por otra parte, estoy pendiente de que alguien especialista en fisiología médica me dé su versión sobre los cambios hormonales dependiendo de la luminosidad y las funciones de esos cambios tanto a nivel del torrente sanguíneo como del compuesto de las carnes.
Muchas gracias Mara.