¡Qué buen criterio y cuanta razón llevas! Hay que procurar "desatascar" un poco de la "paliza" de generosos previa, sin desentonar demasiado, ni con el Marco ni con la propia cena, lo que no resulta fácil.
Ya me estaba comiendo el tarro... pero como tú bien dices, la anarquía de estos sobaquillos puede resultar de lo más divertido y gratificante, dentro del caos que pueda generarse, claro está (tengo buena experiencia de ello con nuestros encuentros anuales de Lavidagrata), pero lo que realmente cuenta es la intención. Además de que siempre hay gustos para todo ¿verdad?
Espero que no surja ningún imponderable y que podamos festejar juntos, aunque, a día de hoy, me va a costar llevar algo que esté a la altura de esos Champagnes, Riesling o Vouvrays... (yo creo que me decantaré por "género nacional" y desconocido😓😰😅😜)