El visitar restaurantes en agosto, suele generar los problemas que nos comentas, salvo casos muy excepcionales.
Se junta:
Aumento de clientela.
Ello obliga a contratar personal sin experiencia o al menos sin compenetrar
Y como la clientela esta con la euforia de las vacaciones, exige menos y casi “un todo vale”, con lo cual se esfuerzan algo menos, pues la tendencia natural es dejarse llevar.