Un reataurante clasico que tenia muy buen producto, pero unos precios que pa que. Ya no quedan ostentosas comidas de negocios ni aquellas que no paga "nadie" (dinero publico) para mantener estos locales. La bombi estaba muy bien, yo he comido de cine (no me preguntes precios... Que estaban englobadas en mi primer punto) pero de aquellas tambien habia mucho mas ambiente de barra. El "ver y ser visto" a base de alargar vermouths y medias raciones tmbien se daba mucho antes de el ultimo ostion de la crisis; todo un comportamiento clasico en Santander. La posada del mar si no ha cerrado esta a punto de hacerlo (otro clasico).