Aquí en primavera en cuanto llueve y el tiempo es templado la gente sale a por ellos ("está de caracoles", suele decirse). El mejor momento para ello es por la noche, que es cuando abandonan sus refugios nocturnos para dedicarse a comer. Para los que no quieren tomarse la molestia de pisar el campo está la opción de comprarlos vivos en los mercados locales (aproximadamente 15-20€/kilo) o adquirirlos ya envasados, aunque esto último tiene el inconveniente de que la cáscara de los animales tiende a romperse, con lo cual la salsa puede contar con incómodos "tropiezos".