Nadie ha dado ni dará duros a cuatro pesetas. Creo que además de la crisis, está cambiando algo que va más allá. Apretamos tanto que la goma se rompe. Siempre soléis hablar de lo caro que suelo yo cenar, pero cuando se utiliza un buen producto, es imposible dar de comer barato. Esto daría para un debate largo, muy largo. Una pena vivir experiencias así pero es lo que hay. Un abrazo.