Curiosamente la cata continuada de vinos viejos de Macharnudo (Carta Blanca, Inocente), frente a los de Miraflores (La Guita) ayuda mucho a entender que pasa con uno y otro vino. El vino del pago sanluqueño es siempre más inmediato, franco, disfrutable, sensual, aunque en un registro siempre delicado, mientras que lo de Macharnudo es más pétreo, austero, ancho, masculino. Uno dice aquí estoy desde el principio, y otro sólo se muestra con el paso del tiempo.