Pues como sobre gustos los colores, a mi Londres me encanta, al igual que el mercadillo de Cambden, para comer, no para hacerlo todos los días ,pero sí, al menos una comida. En un viaje a la ciudad cosmopolita en Europa por excelencia, lo singular es lo que citas, en un espacio reducido, puedes comer cocinas, "sencillas" de diversos países del planeta y tiene "su encanto", comer en uno de esos bancos corridos, en un bonito entorno , con tu familia...Es una experiencia única y diferente, de la que guardo, muy buén recuerdo. Y Además, como Londres es caro, es una forma divertida, de disfrutar de una comida económica...
salu2