Jajaja
Mi abuela vivió en el DF 20 años. Se la llevó mi abuelo una vez hubo hecho "fortuna" en las Américas... Y regresaron. Una historia muy bonita, si un día coincidimos (a ver cuando!) te la cuento.
En mi casa siempre se ha comido mole por Nochebuena y Año Nuevo, y en el cumpleaños de mi padre a veces.
Hemos ido heredando la costumbre. Es toda una tradición.
Un guajolote con mole poblano bien hecho es un plato de mucha altura gastronómica.
Las dos veces que he estado en México la he gozado como un canalla
Un abrazo