En Ca Pepico estaba yo pensando, pues para este tipo de maridajes "a sentimiento", se debe de tener un conocimiento muy grande del vino y de los platos a maridar, sin contar con la absoluta predisposición del comensal. A mi particularmente me recuerda, a quien se ofrece voluntario para un buen espectáculo de magia, en este caso en nuestras copas y platos.
Tuve la suerte de conocer a esta particular pareja hace unos años y después de leer este fantástico post de Aurelio se me ha despertado un "ansia" tremenda de ir a visitarlos.
Un saludo.