Magnífico Aurelio, y la selección de quesos pinta que ni te digo. Ir a un sitio y descubrir algún tesoro gastronómico (que si un queso noruego, que si una sidrina de pera...) dentro de una constante de satisfacción no tiene precio. Enhorabuena por el post y por la experiencia que lo inspiró.
Un saludo, Manuel.