Excelente descripción de la cata que tuve la suerte de poder asistir.
Seguramente Quincha Corral es el mejor vino hecho con bobal, al menos de todos los que he tenido oportunidad de catar.
Sin embargo, lo que hace que a una cata vertical de todas las añadas existentes de un vino tan especial como este se le pueda acuñar el apelativo de "excelente" es, que la persona que lo ha engendrado y lo ha ido modelando a su imagen y semejanza te cuente sus experiencias, anécdotas y te haga, por un instante, convertirte en bodeguero, enólogo y lo que es más complicado, en una persona idealista que defiende una filosofía transgresora y en la que inicialmente nadie cree, pero que él está convencido de que hay que seguir adelante hasta sus últimas consecuencias y, como es obvio, con un éxito arrollador.
Esta persona es Toni Sarrión y sólo puedo decirle "Gracias".