Demasiadas veces habíamos pasado por la puerta de este restaurante situado en los bajos del hotel Abando para mirar su carta, casi siempre camino del Bascook. Bien se podía decir que le debíamos una visita. Un comentario solitario en Verema, no demasiado positivo precisamente. Pero considerábamos que teníamos que darle una oportunidad y la verdad es que no nos arrepentimos.
Epaia en euskera significa sentencia, juicio, por eso lo del título.
El local está situado en los bajos del hotel y el comedor es muy bonito, con buena presentación de mesas, buena separación entre ellas. 4 mesas ocupadas, para los tiempos que corren y ser viernes, ni tan mal.
Ofrecen varios menús con precio cerrado pero estudiando un poco tanto los menús como la carta, hemos decidido que salíamos mejor a la carta así que adelante con ello.
Hemos comenzado con una Ensalada de hongos unos trozos de lechugas varias sobre una cama de salsa de hongos muy rica. La verdad es que faltaba algo. ¿Qué? No lo sé pero necesitaba alguna ayuda para resultar un conjunto perfecto. Tal vez...¿`patata?.
De segundos, ella unos Lomos de rape a la mariscada buena ración de pescado acompañado por un par de almejas y un par de langostinos sobre una base de salsa de marisco que estaba de untar y untar y no parar. ¿El rape? pues un poco falto de esa textura característica suya, de malo nada pero...... sin alcanzar precisamente la perfección.
Yo, como muchísimas veces, he cometido el mismo delito:
Tacos de bakalao con salsa Bizkaina y pil-pil un par de buenos tacos de buen bakalao. Las láminas se separaban con facilidad y las salsas estaban bien conseguidas. El pil-pil quizás fuese más bien un "falso" pil-pil pero estaba bien conseguido y la salsa bizkaina muy rica. En la foto se aprecia el antes y el después de dicho plato.
De postres nos han ofrecido alguna cosa que se conoce que tenían que "quitar de delante" pero uno iba ya con intenciones de probar un título que le ha puesto los dientes largos:
Helado de queso idiazabal con membrillo no me arrepiento para nada. Al parecer lo hace un heladero vecino de Oscar, de Santutxu.
Riquíiiiiiiiisimo. Parecía que estabas comiendo queso frío. Puro sabor a lo que hemos pedido. Con una base de natilla que le daba un toque dulce muy conseguido. Nos ha encantado, de verdad.
Un par de panes de txapata muy ricos y crujientes, como a mi me gustan, yo no he dejado ni una miga de mi ración.
Para beber y como soy un "envidioso" y los de la mesa cercana han pedido un Itsasmendi pues nosotros nos hemos decantado por el mismo pero con "apellido". Hemos pedido un Itsasmendi 7, tiene el delito de ser txakoli y encima de ser bizkaino pero.... qué le vamos a hacer, está co-jonudo, aunque a algunos, al parecer les pesa.
Un vino en toda regla, con una nariz que más de uno la quisiera para sí, con una acidez acertadísima, con un postgusto laaaargo.
Un cortao servido por un gentil camarero con muchas ganas de agradar y con mucha escuela. Y como no podía ser menos, una copita de un vinito dulce. Hemos tenido suerte y nos han ofrecido un Noe de PX poco o más bien nada decir de este vino que te hace pensar que la vida merece la pena, aunque sea sólo por momentos como éstos.
La piedra ésa de no sé cuantos metros de diámetro ha pasado, al parecer algunos no han tenido nuestra suerte y se han llevado su parte pero el mundo sigue adelante.
Hoy ha sido un gran día y mañana promete serlo aún mejor.