Otra comida más en este fantástico restaurante, del cual me extraña no lo haya visitado ningún compañero de verema más, sobre todo para descubrir la extraordinaria carta de arroces con una magnífica elaboración.
En esta ocasione éramos cinco comensales, iniciando con cervezas y refrescos, que dieron paso a los entrantes que consistieron en:
Tomate valenciano con ventresca (muy rico la rodaja de tomate y bondadosa cantidad de ventresca), clóchinas al vapor (del terreno, sabrosas y en su punto) y matrimonio (consiste en boquerón en vinagre y anchoa, con tomate rallado y aceite de oliva virgen extra).
Coincidimos todos a la hora de pedir un arroz a banda como plato principal, muy bien elaborado, sabroso, en su punto y raciones muy bondadosas.
Como postres, un surtido de fruta de temporada pelada y troceada, surtido de tartas caseras y un zumo de naranja.
En cuanto a la bodega, tomamos tres botellas de Balbas crianza 2006.
Al margen de infusiones y cafés, repitiendo de estos últimos, tomamos 2 GT, dos Bombay Saphyre, una copa de Macallan y otra más de Jack Daniels.
El servicio como siempre profesional, rápido y familiar, con cambio de copas en cada botella de vino.
Como siempre un placer visitar este local y plena satisfacción de los comensales.