Es éste un restaurante del complejo hotelero María de Molina, en la misma localidad de Úbeda. El local está en el interior de un edificio del casco histórico de la ciudad y de ahí su aspecto.
Está bien equipado, con mesas cómodas y anchas, bien vestidas y con buena vajilla. Las copas pueden mejorarse.
El servicio del vino se limita al descorche y primer servicio, lo que es casi habitual en el 99% de los restaurantes.
La carta es ámplia, pero nos centramos en el menú del día que se compone de unas entradas a elegir por el chef, un primero a elegir de entre cinco y un segundo igual, mas el postre.
Tomamos, aparte de las entradas, un salmorejo y de segundos, un bacalao del recetario local que estaba exquisitol, unas truchas rellenas, de la cercana Sierra de Cazorla (de la piscifactoria) y una brocheta de solomillo, ésta a nivel inferior de todo lo demás, un poco pasada de plancha y sin decir nada especial. Lo acompañamos de un Gran Feudo crianza 2004 de Julián Chivite, 12,40 euros más IVA..
Los postres, budin, helado de turrón y canutillos de hojaldre rellenos de crema, todos caseros (?).
El servicio profesional y efectivo, pero teniendo en cuenta que era miércoles por la noche, y solo había dos mesas ocupadas.
El precio incluye tres cervezas, agua y cafés.
Muy completos sus, articulos en ojo al plato, pero, si me permite un apunte. Creo que decir que el 99% de los restaurantes se limitan al descorche del vino creo que es decir mucho. Si que en su visita a Ubeda los vinos que ha tomado el Luis Caña 2005 y Julian Chivite 2004.. En mi opinion un poco de oxigeno le iria mal... pienso.. Pero ya le digo el 99%. Es mucho. Y gracias por su grano de arena en la Gastronomia..
Cuando digo que el servicio del vino en el 99% de los restaurantes se limita al descorche y primer servicio, quiero decir que no se siguen los protocolos de sumillería, como envinado de copas, cata y atención durante la comida del rellenado de las copas (aunquee esta parte la prefiero hacer yo)
No pretendía decir que se tuviesen que decantar los vinos, sino realizar un servicio de mesa completo.
Espero haberme explicado mejor.
Gracias por tu comentario
Es curioso, cuando se refiere al llenado, no se si comparte mi opinión. Una vez un señor Carlos Falco, me dijo, muchas veces se rellena continuamente la copa y parece que se da la impresion que buscamos vender la segunda botella, y que es mejor que el cliente se sirva, y si nos acercamos a servir siempre con permiso...
Estoy completamente de acuerdo, sobre todo en lo de pedir permiso para rellenar las copas. Sobretodo cuando se trata de un blanco. A veces te llenan la copa tanto que antes de poder terminarla ha perdido la temperatura idónea.
Reconozco que es un dilema, para el camarero o sumiller que atiende la mesa, el ritmo con que debe servirse el vino, que no parezca que el cliente está desatendido, pero tampoco que se pretende agotar la botella rápidamente para obligar a pedir una segunda.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.