Dos meses y medio habían transcurrido desde mi primera visita al Monvínic... y si lo hubiese sabido no habría puesto los pies...
El sábado 7 de marzo por la noche, segundo dia de nuestra estancia en Barcelona, habíamos reservado mesa en el espacio gastronómico del monvínic, con grandes expectativas dada la excelente impresión que nos llevamos en nuestra primera visita al wine bar el pasado treinta de diciembre.
No voy a hacer una nueva descripción del local, pues ha sido ya descrito infinidad de veces... Solamente destacar que el servicio de sala fue un desastre asi como el servicio de vinos que estuvo a la par.
Se unieron a nosotros, Manu Barcelona con Gloria y una pareja de amigos suyos. Nos dimos cita a las 21 horas. Tras un buen momento de espera, sin ver aparecer a nadie alrededor de la mesa, menos mal que la compañía era de calidad y la conversación agradable... nos traen la carta y nos anuncian de entrada que no hay ningún plato de caza, que tampoco hay papada de cerdo crujiente Santi Santamaria (uno de los platos faro de restaurante) ni... ni... ni...
Tras escoger lo que íbamos a cenar y para ir haciendo tiempo, Manu y sus amigos tomaron unas copas de cava Oriol Rossell, Gran Reserva de la Propietat 2009, nosotros no lo hicimos porque acabábamos de tomar unas cervezas, justo antes de entrar al restaurante y no lo lamentamos, pues se les sirvieron "caliente", si caliente.
Pedimos para empezar diferentes tapas, que nos sirvieron una hora y cuarto después de haber tomado nota.
MC y yo tomamos :
Samosas crujientes de verduritas y hierbas de temporada No me gustaron nada. Sabor intenso a remolacha, muy dulces.
Butifarra de mollejas de ternera y pistachos Pasable sin mas.
El resto de comensales tomaron :
Eclair de Pringá casera con naranja
Rillettes de pescado del día mimosa en brioche Philippe Serre
Pidieron algo mas, pero no recuerdo que... ciertamente en ese momento empezaba ya a estar muy disgustado... Por sus comentarios nadie quedó satisfecho con los entrantes .
Como plato de consistencia, pedimos :
MC y yo :
Pescado salvaje del dia Aun espero que nos digan el nombre del pescado. Dos mini trozos secos e incomestibles presentados en un plato de pyrex, como en la cantina, junto a los solicitados por otro comensal y al "módico precio de 32 € " acompañado de una cucharadita de puré de patata que estaba frio... Para poder "tragarlo" MC tuvo que ahogarlo con aceite de oliva.
Una de los peores preparaciones que MC haya comido desde hace mucho tiempo en un restaurante de estas características.
Cocotte de pescado con pulpo Ni siquiera lo comentaré, no vale ni la pena. Sequisimo e incomestible
El resto de comensales tomaron :
Pescado salvaje del dia y Pescado relleno Por lo que dijeron, ambos platos estaban muy secos...
Estos platos se nos sirvieron aproximadamente una hora después de haber finalizado los entrantes, mejor que decir que se nos sirvieron caldria precisar que nos los "echaron sobre la mesa".
Los platos de pescado venían acompañados con 3 mini recipientes con guisantes, que desde luego no eran de lágrima del Maresme y con 3 mini recipientes con verduras crudas acompañadas con una salsa insípida...
En cuanto a los vinos, estuvieron a la altura del bar de la esquina... de una película de Fellini. Primero, decir que las tablets de vinos no funcionaban (después supimos que estaban asi desde hacia 15 dias...) y que los vinos estaban anotados en hojas sueltas de papel, sin muchos detalles sobre los cepajes, añadas, etc... lo que dificultaba la elección... Manu BCN pidió una botella de Martin Faixò-Perafita Picapoll 2013 DO Catalunya que nos sirvieron totalmente fuera de temperatura, y nos comentaron que si queríamos otra botella de la misma referencia no era posible porque era la ultima que tenían...
Como segunda botella escogí una botella de Orto Vins DO Montsant, Blanc Flor 2012 DO Catalunya que no me dieron a catar y que nos la sirvieron, también fuera de temperatura, en la misma copa en la que habíamos tomado el vino precedente y que algunos comensales no habían aun finalizado ...
Pasamos largos momentos con las copas vacías, sin que nadie viniese a servirnos.... y ni siquiera a preguntarnos como iba la cena... La sumiller y directora de sala, Isabelle Brunet, no vino a saludarnos a la mesa ni una sola vez.
Vista la situación y ademas sabiendo que el pastelero Pol Contreras había dejado el restaurante, no osamos pedir postre...
Tomamos cafés e infusiones que nos trajeron con unos "petits fours" cannelés y guimauves, los cannelés, postre que conocemos bien, eran del mismo nivel culinario que el resto de la cena, es decir malisimos.
Francamente me pregunto si el chef Guillem Oliva, o su segundo o incluso su tercero estaban al frente de los fogones...
La cosa fue tan desastrosa que con Manu bromeábamos diciendo que seguramente se trataba de una "cámara oculta".
A la hora de pagar se les había estropeado el sistema y no pudieron presentarnos la factura en la mesa.
A petición de Manu BCN, Isabelle Brunet, nos enseñó la bodega, que debo decir que no me pareció muy presentable... habían cartones por doquier y muchos botelleros vacíos.
A la hora de las quejas, alegaron que tenían 4 personas con la gripe y que los participantes del MWC habían vaciado la despensa y la bodega.
Uno de los mejores wine bar del mundo no puede hacer estas alegaciones !!!
Para hacerse perdonar nos ofrecieron una de las 2 botellas de vino que habíamos tomado y los cafés. Se olvidaron además de contar dos platos. Aun asi la cena ascendió a 43 €/persona. RCP malisima.
No se lo que pasa en Monvínic, pero desde luego algo se está cociendo y no es desde luego en la cocina. Menos mal que la compañía era buena, es lo único que salvó una velada que tanto a nivel gastronómico como enológico, como en el servicio fue un verdadero desastre.
Hasta que alguien no me demuestre lo contrario no volveré jamas a pisar Monvinic y debo decir que escribir lo que escribo me hace mucho daño porque lo tenia en muy alta consideración.