Bergamonte, donde comer un buen arroz al horno en Valencia

Bergamonte es un complejo polideportivo en La Pobla de Farnals, relativamente cerca de la ciudad de Valencia. El restaurante se ubica en una barraca valenciana perfectamente conservada (ignoro si es una barraca de origen o se construyó para el restaurante), rodeada de las zonas ajardinadas que rodean las pistas de tenis, piscinas, etc.

Visitamos el restaurante en domingo, lleno a rebosar, lo que obviamente hace que se resienta el servicio, aunque la verdad es que para el número de comensales que había, aún comimos bastante bien atendidos.

Habíamos oído hablar muy bien del arroz al horno de Bergamonte así que reservamos por teléfono y encargamos este típico plato valenciano. Lo sirven en cazuelas individuales de barro con buenas raciones, cocinados en horno de leña y con mucho sabor. He de decir que estoy acostumbrado al arroz al horno como lo hacemos en casa, sin caldo de cocido, sólo agua y el sabor de las costillas, el embutido, la panceta y el tomate y los ajos. No es que le quite méritos al arroz al horno cocinado con caldo, pero sí es más fácil conseguir un gran sabor con esta técnica.

De entrantes tomamos un calamar que llegó frío a la mesa, sin duda salió de cocina y entre el pitote de camareros que había se olvidó en el pase. Aún así, el sabor y la textura eran buenos.

Esgarrat, otro de los platos típicos valencianos, aunque aquí hacen una versión libre, a la que añaden atún y no lo hacen con bacalao seco. No lo llamaría esgarrat, pero estaba bastante bueno, a destacar el pimiento que estaba de vicio. ¿Tan difícil es hacer bien un plato tan sencillo? Pues parece que sí, aunque por suerte, en este restaurante (y pese a las concesiones) lo hacen bueno, y es que el pimiento al horno de leña es un manjar.

Lo que no estuvo a la altura fueron los buñuelos de bacalao. Ya me gusta poco la bechamel para el bacalao, pero si encima la harina se queda cruda, la cosa se complica.

De postré probé apenas una cucharadita de una strudel de manzana bastante correcta.

El apartado de vinos se resiente en varios aspectos… La carta de vinos no está mal, algo sosa, pero con algunas referencias que pueden solventar el tema del maridaje, pero los precios son del todo desorbitados, lo que invita poco a pedir vino. Aún así tomamos un Veiga Naúm, albariño correcto que no disparaba la cuenta y casaba bien con los platos, y casi su triple de precio…
Si a esto le unes que las copas no son bastante mediocres y el servicio se limita a abrir la botella y poco más, me parece que este precio en la carta de vinos no es justificable.

El punto de la brasa y el horno a leña permite elaborar platos que no se consiguen de otra manera. ¡Cuántas visitas tengo al año que me preguntan dónde comer un arroz al horno! Hasta ahora me salía mejor hacerlo en casa que ir a comer cualquier cosa metida al horno. Ahora sé que este restaurante puede ser la referencia para comer un buen arròs al forn. Eso sí, vista la afluencia de gente un domingo, creo que no es la mejor opción. El servicio se resiente y a veces se hace algo tedioso pedir cualquier cosa a los camareros.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Otilio Haro

    No me puedo creer que ese albariño fuera bien con el arroz al horno. Bueno, ni ese ni ninguno. Es uno de los platos más poderosos. En casa también lo hacemos como tu, pero porque no hacemos cocido ,no te jo...

    Un saludote

  2. #2

    Dani C.

    en respuesta a Otilio Haro
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    Pues yo siempre hago cocido, o puchero, como quieras llamarle.

    Con el tema del albariño que tanto te corroe. Lo pedimos para los entrantes, y fue bien, muy bien para todos ellos y, llegado el arroz y los treinta y pico grados que hacían, yo no tengo estómago para meterme entre pecho y espalda un tintorro. Así que maridó de la forma esperada. Por esa acidez es un maridaje fresco, con esas notas herbáceas que limpian los sabores más grasos del arroz, así que sí, maridó en tanto en cuanto a que refrescó e hizo que cada cucharada pareciera un nuevo plato, sin saturar.

    Saludos
    Dani

  3. #3

    Otilio Haro

    en respuesta a Dani C.
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    Vamos, que no maridó un pijo. Mete la literatura que quieras, querido. No entiendo por otra parte que huyas del tinto en verano y te metas en el cuerpo un superplato como ese, y además en zona marítima. Pero claro, que igual ahora me dices que la brisa aportaba la humedad necesaria al grano convirtiendo a éste en un placer, bla, bla, bla...

    Venga, ahora cuando empiece el otoño un puchero en tu casa, que tengo un par de magnum que no sé que hacer con ellos.

    Un saludo

  4. #4

    Dani C.

    en respuesta a Otilio Haro
    Ver mensaje de Otilio Haro

    Jajajaja.

    El plato fue antojo de la jefa y yo soy un "mandao". Me hubiese ido a por un espumoso la verdad, pero para mí el albariño aportó lo que tenía que aportar.

    Lo del puchero está hecho. ¿Llamamos al melenas?

  5. #5

    Otilio Haro

    en respuesta a Dani C.
    Ver mensaje de Dani C.

    Se llevaría a las nenas, pero por supuesto, sin él no somos ná.

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