Muy recente fue nuestro almuerzo extenso en este pequeño restaurante ubicado en Poboleda. Habiamos optado por el menu de unos €29 con una botella cada una del vino blanco y tinto de esa maravillosa comarca. Sería demasiado sencillo escribir meramente que todo era fabuloso, pero lo era. Hemos literalmente comido de la misma mano del artista jefe, al menos el entrante de varios chips caseros con patés y un chupazo de vermut. Cada plato, eran tres, era una obra del buen gusto, de buena comida. Del ví nègre, una ampolla de "Nunci" 2008, complejidad, riqueza, profundidad, sobresaliente. Hasta el postre de tomate dulce, delicioso.
En nuestro juicio, Don Pieter hace magnífica combinacion de sabores, texturas y asemblajes de productos locales de muy alta calidad aumentado por su extenso conocimiento de la magía de las estrellas...
Gracias para todo, al jefe, y ...al Priorat.