Marrón con trazas amarillentas y densa espuma beige.
Compleja nariz con toques cítricos, lácteos, ahumados y a miel.
En boca hay notas a limón, café amargo, almendra y mantequilla. La burbuja es pequeña y fina.
Postgusto de intensidad media, con frescos recuerdos cítricos y tostados.
Con una buena estructura y el alcohol bien integrado, destacamos el sedoso paso por boca y, al mismo tiempo, lo refrescante que es en comparación con otras cervezas trapenses.
Llevan en la etiqueta el sello de trapense, el hexágono con la leyenda "Authentic Trappist Product".
A parte del tipo de fermentación (alta) y del agua utilizada (más dura) básicamente el hecho diferenciador es su elaboración dentro de una abadía.
Las de abadía generales se hacen fuera.
La Orval en concreto a mi me resulta fresca.
Franziskaner es una excelente cerveza. Me gusta la tradición de servirla en en la copa larga. Uno inclina la copa en angulo de 45, sirve cual fuera vino en decantación, pero guardando un chorro al final que se bate en botella para formar una corona de espuma en la copa.
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